Otro camino para solucionar problemas

He observado que para resolver un problema existen dos caminos:

  1. Mirar al problema, verlo, estudiarlo, reflexionar sobre él, hablar a la gente del problema, describir y detallar el problema, etc.
  2. Hacer otra cosa, en otra área que no tiene relación aparente, y que curiosamente resuelve o minimiza el problema.

Y he llegado a la conclusión de que el número 2 suele ser más eficiente, aunque aparentemente sea una distracción o una pérdida de tiempo.

Una mujer joven reflexiona sobre sus problemas mientras mira unas flores

Ejemplo 1: una persona se queja de su trabajo y lo soluciona ampliando su círculo de amistades

Cuando la persona quiere resolver el problema a la antigua usanza, puede describirlo y detallarlo hasta un nivel alto de complejidad: factores que influyen (jefe, sueldo, contenido del trabajo…) , en qué medida (mucho, poco, nada), por qué este problema también se daría en otro trabajo, qué soluciones están al alcance de la persona y cuáles no…

Cuando la misma persona decide invertir su energía en otra cosa, alguien le habla de una página web donde se unen grupos de personas con intereses comunes. Se apunta, empieza a salir con un grupo de fotografía, que es lo que más le gusta hacer en su tiempo libre, y la carga de atención que tenía en su trabajo disminuye progresivamente, mientras que su tiempo libre es cada vez más enriquecedor.

Ejemplo 2: una persona siente un vacío interior y lo resuelve apuntándose a teatro

La persona de nuestro ejemplo trata primero de resolver el problema de la forma que la lógica le dicta: acude a un grupo de meditación, se apunta a un curso de mindfulness, comienza a estudiar asignaturas de psicología, se compra varios libros de diferentes psicólogos influyentes… En todas estas actividades, reflexiona sobre su vacío interior, lo describe, conecta este vacío con la actividad realizada, encuentra la descripción del vacío interior de otras personas…

Mientras tanto, en su escaso tiempo libre decide apuntarse a teatro o a improvisación. Esta persona se sorprende mucho cuando ve que, mucho de lo que ha trabajado con gran esfuerzo en las otras actividades que ha probado, se trabaja también en esta actividad, y además se divierte bastante más.

Ejemplo 3: una persona piensa que los demás no reparan en ella y se olvida de esta idea bailando

Esta persona tiene una amplia información sobre la multitud de formas en que los demás no reparan en ella: no le escuchan cuando habla, no le responden a los whatsapps, no le devuelven las llamadas, los dependientes parecen querer deshacerse de ella, por la calle nadie la mira…

En su tiempo libre, va a clases de flamenco, y luego lo practica en casa. Y cuando está bailando, le importa muy poco si alguien repara o no en ella, sin embargo, todavía no se ha dado cuenta de este hecho. Solo sabe que cuando baila se siente más grande y más “ella misma”.


 

Al final, parece que el secreto es dejar de poner tanta atención en lo que hemos llamado “problema” y empezar a ponerla en actividades enriquecedoras que parecen reducir la importancia y el dramatismo que hemos dado antes a un tema.

Me gustaría conocer tu opinión. ¿Sientes que cuando te dedicas a otra cosa, tus problemas son menores? ¿Qué preguntas o reflexiones te surgieron mientras leías esta entrada?

Como siempre, te agradezco mucho que te tomes el tiempo tanto para leer el artículo como para compartir tus pensamientos en comentarios. 🙂