En una de sus novelas, Galdós explica que, por mucho que se describa lo que se siente al comerse un filete, ese conocimiento teórico no puede sustituir a la experiencia real de comerse el filete.

Igualmente, por mucho que se lea o escuche sobre la atención plena, nada sustituye prestar está atención. Ninguna otra persona puede ser consciente en su cuerpo de tu respiración, solo de la propia.

ChatGPT parece comprender perfectamente qué es la meditación. Conoce el cuento Las tres preguntas, de Tolstói, mencionado por Thich Nhat Hahn, sabe resumirlo y sabe relacionarlo con la meditación:

“Las Tres Preguntas” es un cuento de León Tolstói que plantea las preguntas fundamentales de la vida: ¿Cuál es el momento adecuado para hacer algo?, ¿Quiénes son las personas más importantes?, y ¿Qué es lo que se debe hacer en cualquier momento? Un rey decide buscar respuestas a estas preguntas, consultando a un sabio, pero no logra obtener las respuestas que esperaba. Sin embargo, después de experimentar situaciones difíciles, descubre que el momento adecuado para hacer algo es siempre el presente, las personas más importantes son aquellas que están a su alrededor, y que lo que debe hacer es ayudar a los demás.

El cuento de Tolstói se relaciona con la meditación en varios aspectos. En primer lugar, la historia invita a reflexionar sobre preguntas profundas y universales, lo cual es similar al proceso de introspección y autoconocimiento que se busca en la meditación. Además, el rey en la historia se da cuenta de que las respuestas que buscaba estaban siempre presentes en el momento actual, lo cual es una idea central en la meditación, donde se busca estar presente en el momento actual y aceptarlo tal como es. También se destaca la importancia de la ayuda a los demás, lo cual puede ser visto como una forma de practicar la compasión y la bondad amorosa, que son valores importantes en muchas prácticas de meditación. En resumen, el cuento de Tolstói puede inspirar una reflexión profunda y conectarse con los valores y prácticas de la meditación.

Imagen de Adelia Rosalinda en Pixabay.

La meditación es humana, unipersonal y aburrida

Lo que no puede hacer ChatGPT es respirar. No puede darse cuenta del momento presente. Tampoco se logra a través de la lectura un libro. Ni sirve escucharlo de una persona que practica la meditación. Solo lo puedes hacer tú.

La gran dificultad de la meditación no es, claro, respirar. Su gran dificultad es mantener la atención en un objeto “tan aburrido”. El cerebro enseguida busca otros estímulos, necesita nueva información.

Es más, en los tiempos que corren, la nueva información constante está garantizada: más redes sociales, más notificaciones que atender. He observado que a la gente le resulta irresistible esperar a contestar un chat como WhatsApp o Teams, es mucho más adictivo que el email. Reaccionar a notificaciones es parecido a jugar a un videojuego en el que se dispara a objetos que caen o se colocan bloques que bajan. Atender a la respiración, ralentizarla y estar presente no es un videojuego, no divierte (es decir, no divide la atención, la concentra). Pasa lo mismo con atender a los movimientos automatizados que hacemos en labores cotidianas: la mente se va a otro estímulo más atractivo con facilidad.

Hace pocos días, un colega del sector de la formación online, Mike Taylor, comenzaba su newsletter semanal con una cita de Lao-Tse:

Conténtate con lo que tienes. Regocíjate en la forma en la que son las cosas. Cuando te das cuenta de que nada te falta, el mundo entero te pertenece.

Lao-Tse.

En su boletín, Mike cuenta que ha empezado a investigar sobre la importancia de la respiración por el impacto que tiene en el nivel de estrés, e incluso influye en las facciones de la cara. Los libros que ha leído y recomienda, son: Respira: la nueva ciencia de un arte olvidado, de James Nestor, y El poder del oxígeno, de Patrick McKeown. Estos libros son “científicos”, por tanto, aprobados por la corriente imperante de validar el conocimiento milenario cuando se etiqueta de científico.

En una conversación con Mike, me preguntó:

¿Cómo empezaste con tu práctica de la respiración y qué has encontrado más útil?

Mike Taylor.

Tuve que echar la vista muy atrás: fue en 1999, cuando tenía un trabajo que consideraba estresante, y busqué un alivio de ese estrés. Me apunté a una escuela de Taichi y luego continué en el Centro Tai San de Tres Cantos, Madrid. El taichí incluye la respiración como parte de su práctica. Además, existen ejercicios específicos de respiración en el Chi Kung.

Para mí, lo más útil ha sido incorporar la atención a la respiración en cualquier tarea que esté haciendo, incluso trabajar. No es que esté constantemente atenta a cómo respiro, pero sí que detecto rápidamente cuándo estoy conteniendo la respiración o cuándo es superficial y está solo en la parte de arriba de los pulmones.


En resumen, dos ideas: la única persona que puede ser consciente del momento presente y de su respiración eres tú. Si olvidas practicar algún tipo de meditación, siempre puedes atender a tu respiración ahora, estés haciendo lo que estés haciendo. ¿Practicas meditación o mindfulness? ¿Cómo te va? Puedes opinar en la zona de comentarios. Te agradezco que hayas leído el post. Siéntete libre de compartirlo.