¿A qué prestas atención?

Recupero un libro que leí hace algunos años, Lograr el milagro de estar atento, de Thich Nhat Hanh. Este libro destila vitalidad, la voz suena joven y con energía. Sin embargo, este monje debía de tener unos 83 años cuando lo escribió. El objetivo del libro es prestar atención al momento presente, lo mismo que se practica en mindfulness. Y se logra de la misma manera: atendiendo a la respiración. A pesar de que se puede resumir el título a “Presta atención” y el texto a “Atiende a tu respiración”, estos dos consejos parecen no casar con la vida moderna: “ya lo haré después”. Por lo que voy a extraer algunas de las enseñanzas del monje budista zen que parecía tan vital a esa edad.

Fregar los platos para fregar los platos

El libro está escrito dirigido a Quang, un discípulo: el lector es Quang. Y Thich Nhat Hanh le habla de encontrar para cada tarea el fin en sí misma: friega los platos para fregar los platos. De aquí que el autor no comprenda el uso de lavavajillas, porque para él resulta placentera esta actividad de fregar los platos (y de lavar su ropa). Te imaginas al monje en un sitio muy agreste, lleno de árboles, sin los avances de la vida moderna, fregando en una fuente, sintiendo el agua fría en sus manos. Pero lo escribe en 2009. Tratas de trasladar esa realidad a la tuya, porque claro, no vas a dejar de usar el lavavajillas ni la lavadora. ¿Qué vida arrastrada llevaríamos si tuviéramos que fregar todo a mano?

Imágenes generadas en MidJourney. Pedí que el monje estuviera fregando, pero en realidad están cocinando. Aún aprendiendo a usar esta app espectacular de IA.

Por tanto, no miremos fijamente al dedo cuando el maestro señala la luna. La luna es la atención plena. Es inspirar y espirar con consciencia, prestando atención a cómo el aire entra y sale del cuerpo, permitiendo la conexión entre cuerpo y mente a través del mecanismo automático de la respiración, que sin embargo podemos ralentizar a voluntad.

Nuestro aliento es el puente entre nuestro cuerpo y nuestra mente, el elemento que los reconcilia y que hace posible la unidad cuerpo-mente. (….) Pero de lo que quiero hablarte, Quang, es de cómo la respiración es un instrumento y cómo la respiración es en sí misma atención mental.

Thich Nhat Hanh, El milagro de estar atento.

En cualquier actividad que se realice, incluida cualquier tarea del trabajo, “fregar los platos para fregar los platos” significa volcar la atención únicamente en esa tarea, siendo consciente de los movimientos que se realizan, consciente de la respiración que la acompaña, siendo uno con la tarea. Cuando surgen pensamientos o emociones, se trata de reconocer lo que ha surgido y seguir respirando hasta que se recupere la atención plena. Lo importante es darse cuenta.

Un día a la semana para ti

La vida es una vorágine. Curioso el origen etimológico de esta palabra: viene de devorar, tragar. Tendemos a pensar que es solo ahora, pero yo creo que ha sido siempre: la vida siempre nos requiere acción, está en movimiento, nos lleva y nos trae, nos presenta obstáculos. Por tanto, siempre es complicado buscar un tiempo de meditación. Tras muchos años en contacto con distintas técnicas de meditación, he llegado a la conclusión de que hay que integrar esta práctica como parte del resto de la vida. En lugar de necesitar reservar media hora para sentarse en silencio a observar cómo entra y sale el aire del cuerpo, la atención plena tiene que darse aquí y ahora, en cada actividad que se hace, a cada paso.

Esto también lo comenta el autor del libro, pero él añade no solo el hábito de sentarse a meditar un rato cada día, sino el buscar un día completo para uno mismo en el que hacer todas las tareas con consciencia. Ese trabajo de un día a la semana hará que el resto de los días sea más fácil tomar consciencia y prestar atención.

Ese día, Thich Nhat Hanh propone que todo sea consciencia plena desde el acto de levantarse: ser consciente de la postura, de la respiración, de cómo nos levantamos, nos vestimos, nos duchamos, desayunamos, nos lavamos los dientes… Todas las tareas observadas por el placer mismo de la observación, que esto es la meditación, respirando en cada una de ellas. Se trata también de cocinar con atención plena, de limpiar la casa o, claro, de fregar los platos. Estas actividades, realizadas de forma consciente, procuran un cierto bienestar que despierta una sonrisa interior, esa media sonrisa que surge de estar en paz o en calma.

Seamos realistas: según el tipo de vida de cada cual, lograr pasar un día entero así a la semana es poco menos que una fantasía. Sin embargo, se pueden reservar unas horas del domingo para practicar la atención plena, o bien un día al mes. También se puede distribuir a qué se presta atención cada día de la semana: un día a cómo te lavas los dientes, otro día a cómo comes, otro día a cómo barres, etc.

La mente se observa a sí misma

En esta atención, somos tanto el observador como el objeto observado. No se trata de la objetividad de un observador científico, se trata de la subjetividad de un observador que es sujeto y objeto de observación. Aquí entramos en el terreno filosófico de lo que sucede en la meditación. La mente no es diferente de los pensamientos y emociones que puedan surgir en ella. La mente es la misma cosa esté ajetreada o esté calmada. Pero el asunto va más allá:

Cuando el objeto de conocimiento (el algo) no está presente, no puede haber sujeto que reciba el conocimiento.

Thich Nhat Hanh.

Al leer esta frase del monje, de pronto la información me parece nueva. A pesar de llevar años escuchando hablar de esta disolución entre sujeto y objeto, de este desaparecer del sujeto en el mar de lo observado, ahora leo algo nuevo aquí. Me viene a la mente esa paradoja del árbol que se cae en medio de un bosque, pero que nadie oye caer. Si nadie lo oye, ¿ha hecho ruido? La frase del monje me parece lo contrario: sin árbol, sin mundo exterior, no hay sujeto, no hay mente. La mente es el árbol, la mente es el sonido, la luz, es las sensaciones internas. Esto es bastante complicado de aprehender. Se disuelve la diferencia entre el que bebe una taza de té y el té que está siendo bebido.

Así, no hay división, no hay objetos, no hay categorías. No podemos aislar una mesa de las personas y materiales que han contribuido a su creación: la mesa no existe sin el carpintero, sin el árbol del que sale la madera, sin los metales que componen los clavos, sin la tienda que la vende…

Esto también es científico

Afortunadamente, hay neurocientíficos dedicados a validar estas prácticas ancestrales y a darles el barniz científico que hoy día se reclama. Ya he mencionado alguna vez a Andrew D. Huberman, profesor de neurobiología en Stanford. Este neurocientífico es un youtuber bastante activo, tiene varias meditaciones en su canal y evidencias de cómo la meditación mejora la salud. Comparto aquí este vídeo sobre cómo respirar correctamente y lo que aporta a la salud:

https://hubermanlab.com/how-to-breathe-correctly-for-optimal-health-mood-learning-and-performance/.

Sin querer quitar peso al gran trabajo de este autor, si comparamos a Huberman con Nhat Hanh, este último destila una felicidad que permanece, una calma y una paz interior que se transmite en sus palabras vigorosas: es como ver luz a través de sus palabras, de tal manera que, de forma casi inmediata, consigue del lector que se adhiera a sus prácticas. Huberman es más un hombre de nuestros tiempos, práctico y prolífico, quizá otras personas se inspiren más con él. La meta en todo caso es la misma: a través de la respiración consciente, además de calmar la mente, tenemos acceso directo a la realidad, contacto directo con nuestras sensaciones, experiencias plenas.


¿Qué opinas? ¿Practicas la meditación? ¿Llegas a sentir que eres uno con el objeto observado? Como siempre, agradezco mucho que leas este blog y compartas libremente.


Commentarios

3 respuestas a «¿A qué prestas atención?»

  1. […] De todas aquellas personas que han hecho posible su existencia. Esto cuenta Thich Nhat Hanh en El milagro de estar atento. Porque el gran cuerpo de la realidad es indivisible, no se puede seccionar en partes que tengan […]

  2. […] binaria (o se está consciente o se está inconsciente). Así, artículos como el que mencionaba Lograr el milagro de estar atento, derivan el concepto de consciencia de estar atento o no («awareness»). Por tanto, habría un […]

  3. […] que estuvimos hablando del maestro Nhat Hanh. Uno de los temas de meditación es reflexionar sobre cómo han llegado las cosas a ti, tanto […]