Buscando una pareja corriente

Continúa el entrenamiento

Continúa el entrenamiento para convertirte en una persona común: buscando una pareja normal y corriente.

Tras invitarte a dejar de destacarte como ser único e inimitable, viviendo una vida tan normal que no podría salir en la tele a menos que fueses Roseanne, y aparentando la edad que tienes sin más artificio, ahora viene la búsqueda de pareja.

Una pareja heterosexual muy atractiva va en bici por el campo en un día soleado.
Una foto de pareja de lo más creíble

Ya hemos apuntado algunos hechos sobre cómo parece que hay que mostrarse en las redes de búsqueda de pareja: como un ser extraordinario, que tiene unas aficiones espectaculares (y caras), que además viaja a los lugares más remotos, que a la vuelta tiene un trabajo muy interesante aunque difuso (empresario, consultor…) y al que solo le falta en su vida una pequeña chispa que es el amor.

Y vivieron felices, y comieron perdices.

Está claro que estos perfiles son mucho más atractivos que los de “soy amigo de mis amigos“.

Se podría hacer un experimento: con la misma foto de perfil, uno en el que se describiese esa vida extraordinaria de no parar y otro en el que se describiese una vida común viendo la tele, yendo al cine y a cenar, etc. ¿Cuál de los dos triufaría?

Por otro lado, en el tema de búsqueda de pareja también hay un factor de “belleza innata” que tiene mucho peso, porque en estas aplicaciones se suele aceptar o descartar a la vista de una serie de imágenes.

¿Quién es, realmente, extraordinario?

Lo cierto es que ves estas imágenes, estos perfiles, y hay personas verdaderamente bellas. ¿Son, al final, extraordinarias? Y en todo caso, ¿son esas sus fotos no profesionales hechas con el móvil? ¿Es modelo profesional? O lo contrario: ¿realmente esa es su mejor foto?

Al final, a la hora de quedar y ver a esa persona en persona, los viajes a Nepal y a los Alpes se diluyen como por arte de magia en cuanto empieza a hablar. Puede ocurrir de todo:

  • Al gesticular, este tío no parece el de las fotos. De hecho, si hago memoria, resulta que se parece a la foto en la que salía más feo y más viejo.
  • ¿Por qué no deja de hablar? ¿Acaso no tiene interés en saber lo que yo pienso? En fin, está claro que el viaje a la India para meditar en un ashram le marcó…
  • No habla. Quizá piensa que no tiene nada más que decir: ya se vio en sus veinticinco fotos que es muy interesante, ¿por qué va a tener que explicar más?
  • ¿Por qué se corta el aire con cuchillo? Al chatear, parecía que había mucho feeling, y ahora… ¡Madre mía, solo han pasado cinco minutos!

La persona normal y corriente

Recuerdo hace muchos años a Cristina Almeida explicar en un programa que la persona que acaba siendo tu pareja es un señor normal y corriente, un señor que se llama Pepe, por ejemplo.

Las probabilidades de dejar pasar un perfil bueno por una mala foto son muy altas. La persona normal y corriente, como Pepe, tiene fotos normales y corrientes. Es posible que conozcas a alguien en persona que te parezca interesante, y que si solo vieses fotos suyas, te parecería un horror. Piensa en amigos/as tuyos que incluso encuentras atractivos, pero que si vieras solo en foto, descartarías al momento.

Parece mejor ligar de otra manera, quizá en un evento de citas rápidas en que puedas ver el careto a cada uno/a y puedas ver si te sientes a gusto o no, independientemente del tipo de vida, fantástico o no, que lleve.

Pienso que la persona normal y corriente es como Sancho Panza, y que la persona que no te va a hacer muy feliz es como Don Quijote: está buscando lo que no existe, así que no lo puede encontrar en ti.


Me gustaría conocer tu opinión. ¿Qué tal te ha ido en esto de la búsqueda de pareja? ¿Te identificas más con Sancho Panza o con don Quijote?

Como siempre, agradezco mucho que te tomes el tiempo tanto para leer el artículo como para compartir tus pensamientos en comentarios. 🙂


Commentarios

2 respuestas a «Buscando una pareja corriente»

  1. […] vivir la vida sin más, de no darse importancia buscando destacar a costa de perder la intimidad, buscando una pareja corriente y aceptándose como un humano “normal y corriente” sea esto lo que signifique. Incluso […]