Llevo un tiempo queriendo hablar de esos camareros que te saludan cuando entras al bar, ya desde la barra, y cuando llegas a ella ya saben lo que necesitas y te lo están preparando.
Estos camareros que no dan la espalda al cliente en ningún momento, que detectan el mínimo gesto de cada cliente y al que atienden de inmediato.
Estos camareros que recuerdan perfectamente el pedido de ocho personas en que cada una pide algo diferente.
Los estás viendo. Suelen ser hombres(*) de unos cincuenta años o más, se les ve muy cómodos realizando su trabajo. Ves el bar lleno de gente, ves que estos camareros no paran de moverse para atender a todos, y ves que lo logran.
Puedo poner hasta algún ejemplo de Madrid. Observa cómo trabajan los camareros en el Brillante en Atocha o en Las Bravas del centro.
(*)También hay mujeres, por supuesto, aunque los que he observado con estas características eran bares atendidos en su mayoría por hombres.
¿Qué se puede aprender de estos camareros?
Aparte de que otros camareros menos avispados puedan tomar nota, creo que cualquiera que tenga un trato con clientes (es decir, cualquiera que trabaje) puede beneficiarse de observar a estos camareros y aprender de ellos. Por ejemplo:
- A estar totalmente presente, con la atención plena en lo que realmente se está haciendo, que no es fregar platos, ni hacer cafés, ni preparar un bocadillo, es atender a los clientes.
- A no dar la espalda, a mirar a los ojos. En lugar de ningunear a sus clientes o de hacer como que no ven un gesto insistente de “por favor, cóbrame, que tengo prisa”, estos camareros miran, observan y están la mayoría del tiempo de frente. Incluso cuando están preparando el café o abriendo la caja, se están volviendo para ver si hay “cambios de estado” en sus clientes.
Me llama la atención que camarero en inglés se diga “waiter”, es decir, el que espera.
- Estar en la aceptación. Estos camareros destilan aceptación de todo lo que llega, de cualquier tipo de cliente, de cualquier circunstancia adversa. No se ponen a mirar el móvil, a suspirar, a abstraerse o evadirse. Mírales, te están mirando.
Mi admiración por esta forma de trabajo viene de muy lejos, en particular porque reconozco que soy la primera que tiene mucho que aprender de ellos. Así que no es de extrañar mi fascinación por el camarero Moustache de la que ya os hablé.
Me gustaría conocer tu opinión. ¿Les has observado? ¿Has observado otras profesiones que te fascinen?
Como siempre, muchas gracias por leer el artículo y por compartir tus pensamientos en comentarios.
¡Felices Fiestas!
Commentarios
3 respuestas a «Esos camareros»
[…] humildad, un gran corazón, dejarse a uno/a mismo/a para el final… Siempre he admirado el trabajo de los camareros tras una barra atestada en un bar: te saludan cuando entras, recuerdan lo que tomas al segundo […]
[…] de mis profesiones más admiradas es la de camarero. Lo he contado alguna vez en este blog, e incluso hay un camarero de ficción al que le hemos dedicado unas palabras: el camarero […]
[…] qué entrecomillo optimizado? Porque en un bar de toda la vida, según entras por la puerta el camarero te está saludando y cuando llegas a la barra ya tienes el café, y en pocos segundos consigues el […]