¿Cuál es tu creencia esencial sobre ti y sobre el mundo? ¿Cómo te valoras? ¿Cómo valoras a los demás? Las posiciones existenciales tratan de responder a estas preguntas. Para Eric Berne, un niño muy pequeño ya es capaz de crear ciertas convicciones sobre sí mismo y sobre los demás, que se pueden simplificar al máximo de esta manera:
- Estoy bien / No estoy bien.
- Tú estás bien / Tú no estás bien.
A partir de estas 4 posiciones sobre uno mismo y los demás, podemos formar cuatro cuadrantes:
Pues bien, estos 4 cuadrantes son la base de los juegos, guiones y destinos que vivimos a lo largo de nuestra vida. A partir de estas creencias básicas, se justifican las decisiones y el comportamiento.
Importante: este estar/no estar bien no habla de opiniones sobre el comportamiento propio y ajeno, más bien, representan el valor esencial que la persona percibe en sí y en los demás.
Si bien el guion de vida se basará en una de estas 4 posiciones fundamentales, lo cierto es que nadie permanece constantemente en una de ellas: vamos cambiando de posición según nos relacionamos con los demás y según modificamos nuestro guion.
Yo estoy bien, tú estás bien (Yo +, Tú +)
Esta posición existencial se adopta cuando el bebé percibe que puede confiar en su madre, hay una interdependencia cómoda y todo va bien. Es la base de un guion ganador, la persona se percibe como digna de estima y amor y además considera que sus padres/cuidadores también lo son, por lo que luego ve también de esta manera al resto del mundo.
En esta posición, la persona se relaciona con otras con base en que lo que demandan de ella es justo, lo que les entrega es una contrapartida justa. Así, ayuda, trabaja en equipo, se entrega.
Yo no estoy bien, tú estás bien (Yo -, Tú +)
El niño percibe rechazo o siente que algo en sí no está bien, por lo que desarrolla un guion banal o perdedor. Siente que los demás sí están bien, sus padres son adecuados, quien falla es la persona misma, por lo que desarrolla creencias de ser una víctima.
En esta posición, la persona se aleja de otras cuando las demandas le sobrepasan. La postura es depresiva: “estoy por debajo de los demás”. El guion puede llevar a que la persona tenga comportamientos autodestructivos.
Yo estoy bien, tú no estás bien (Yo +, Tú -)
El comienzo “estoy bien” parece dar lugar a un guion ganador. Sin embargo, la persona se siente en una posición superior a los demás, pero esto le obliga a luchar constantemente por mantenerla. Su postura defensiva hará que los demás le rechacen.
En esta posición, cuando se da una interrelación en la que las demandas de los demás resultan inadecuadas o las de la persona no son entendidas, busca deshacerse de los demás. Los persigue, expulsa o rebaja. Puede derivar en tendencias paranoicas y en herir a los demás.
Yo no estoy bien, tú no estás bien (Yo -, Tú -)
El niño desarrolla la creencia de que ni es digno de amor ni sus padres lo son de confianza: todo está mal. Da lugar a un guion perdedor, nihilista, en el que la vida se ve como algo carente de sentido. Nadie puede ayudar a la persona porque nadie está bien para ello.
En esta posición, la persona no acepta las demandas de los demás ni las necesidades propias. Simplemente, no actúa ni hace nada, porque “total, da igual”. Así, en este patrón de vida, las cosas que se emprenden no llegan a ninguna parte, no hay destino.
La posición de vida puede cambiarse
La terapia, una experiencia reveladora o el trabajo sobre el guion de vida pueden cambiar la posición existencial. Para cambiarla, se ha observado que la persona se mueve por los cuatro cuadrantes en este orden:
Si se parte de Yo-, Tú- (nihilismo), el siguiente movimiento es Yo+, Tú-. Tras un tiempo en esta posición, se cambia a Yo-, Tú+. Hasta lograr estar la mayor parte del tiempo en Yo+, Tú +.
Para Brigitte Champetier de Ribes, siguiendo a Roberto Kertész, la posición más sana es “yo estoy más o menos bien, tú estás más o menos bien”, dado que es habitual tener fluctuaciones en la propia vida. Así, habrá momentos en los que se reactiven los mandatos del guion o se experimenten emociones del pasado, pero el adulto sabrá tomar consciencia de ello y salir, volviendo al momento presente.
¿Y tú? ¿En qué posición de vida pasas más tiempo? ¿Qué puedes hacer para sentirte “más o menos bien” y ver a los demás de la misma manera? Me gustaría conocer tu opinión.
Como siempre, te agradezco mucho que te tomes el tiempo tanto para leer el artículo como para compartir tus pensamientos en comentarios.
Commentarios
3 respuestas a «¿Cómo me siento con relación a los demás?»
[…] forma de vivir el tiempo depende por completo de nuestra posición existencial, es decir, de cómo nos sentimos con nosotros mismos y con respecto al mundo, lo que al fin y al […]
[…] se siente la persona consigo misma y con relación a los demás. Desde pequeña y a partir de esta posición existencial básica, la persona irá elaborando un guion con la trayectoria que tendrá su vida. Por cierto: el […]
[…] mientras que los sentimientos malos favoritos prolongan el guion de vida, el definido por tu posición existencial. Si buscas la culpa, lo que está mal, el problema, lo que te provoca rechazo, celos, […]