Hagamos un experimento: ponte de pie. En serio: lee este post estando de pie, incluso andando un poco. ¡Veamos si funciona!

Imagen de Unsplash.

Hace unos años fui a Estados Unidos porque trabajaba en una empresa norteamericana. Allí vi que mis compañeros de trabajo tenían mesas elevables; varios de ellos estaban trabajando de pie. Pensé para mis adentros que era mejor, simplemente, separarse del escritorio y darse una vuelta, incluso salir a la calle. Pero estar de pie en tu puesto de trabajo es mejor que nada.

Siguiendo a la médico Sari Arponen, en su “¡Es la microbiota, idiota!“:

Haz tus reuniones de pie 30 minutos antes de la hora de comer. Verás cómo todo el mundo se esfuerza por ser eficiente en la reunión.

Sari Arponen.

Esto me hizo sonreír, porque, a pesar de la antigüedad del famoso vídeo de John Cleese “Meetings, Bloody Meetings” (Reuniones, malditas reuniones), se siguen manteniendo largas reuniones sin objetivo claro, en las que se improvisa el trabajo en lugar de traerlo hecho y en las que no se establece ningún plan de acción posterior.

El famoso vídeo de Meetings, Bloody Meetings.

Solemos escuchar lo malo que es estar mucho tiempo en posición sentada, pero, tras 8 horas de jornada laboral, el silloning es el deporte más practicado: sentimos cansancio, agotamiento. El sofá tiene una especie de imán que nos atrapa, ayudado por la facilidad de acceder a películas y series que nos enganchan.

Sin embargo, siguiendo a la médico internista Sari Arponen, si puedes estar sentado en vez de tumbado, mejor. Y si puedes estar de pie, estupendo. Si te llaman por teléfono, camina durante la llamada. Aprovecha cada oportunidad para activar tu cuerpo. Es verdad que ahora se habla mucho de la diferencia entre ejercicio físico (un plan pautado con ejercicios y repeticiones) y actividad física (moverse, no apoltronarse). Pero pienso que la actividad física es, de nuevo, mejor que nada. Si además es en el exterior, viendo la luz solar, mejor (aquí sigo al neurocientífico Andrew Huberman).

Unleash the Power Within

La semana pasada asistí al gran evento digital Unleash the Power Within (Libera el poder que hay en ti) de Tony Robbins. Eran 12 horas al día en streaming (retransmisión en directo) durante 4 días seguidos. Y gran parte del evento ponía en práctica una de sus recomendaciones: sube tu nivel de energía. En este evento, la forma de subir la energía era con música animada y bailes coreografiados, pero cada cual podía saltar y bailar como quisiera. Se decía varias veces algo que está demostrado científicamente: hacer ejercicio permite fijar mejor el aprendizaje. De hecho, como afirma la profesora Barbara Oakley, hacer ejercicio genera nuevas neuronas. En otras palabras:

Puede ser más rentable una hora de ejercicio que una hora de estudio.

Siguiendo a Barbara Oakley.

Si quieres saber más sobre estrategias de aprendizaje y cómo hacer ejercicio influye en él, puedes leer Aprender a aprender. En cualquier caso, no te quedes ahí, diciéndote: “Sí, sí, es muy interesante”. Olvidarás esta información a los pocos minutos. En cambio, puedes hacer un compromiso contigo mismo y decir: “a partir de ahora voy a adoptar este hábito, voy a hacer una parada cada hora en la que voy a ir a subir escaleras”, o “voy a echarme un baile o moverme al ritmo de la música ahora mismo, y cada día”.

El Niño sostenido por la silla

Si, en lugar de estar en una posición activa, de pie o en posición sentada pero con la espalda separada del asiento, estamos en una posición pasiva, apoltronados, seguramente vivamos el aprendizaje o la experiencia desde el estado Niño del yo. En este estado, la persona no se sostiene por sí misma, sino que busca un apoyo externo (la silla) para sostenerse.

Recapitulemos: ocho horas al día en el estado Niño, inducido por la comodidad de una silla de oficina y por el tipo de relación que se establece de jefatura a colaboradores, relación Padre-Niño. Después, 3 o 4 horas de televisión o smartphone, caídos como fardos en el sofá, incomprensiblemente cansados, sin la capacidad para leer, reflexionar o hacer ejercicio intenso, como si esas ocho horas más transporte nos hubieran absorbido toda la energía. Pero

La energía es un hábito.

Tony Robbins.

Se puede adquirir el hábito de subir el nivel de energía activando el cuerpo al menos cada hora de estar sentado (siempre que las normas de la empresa no sean tan obtusas como para evitar esto). Se puede subir el nivel de energía sonriendo, con frases afirmativas, trayendo a la mente a tus seres queridos, sintiendo gratitud, bailando, dándote autorreconocimiento (autocaricias). Es decir, hay miles de formas de pasar de un estado pasivo a uno activo, que abre la mente, permitiendo el aprendizaje y la acción.

En conclusión, estar de pie hace que sea más fácil estar en el estado Adulto, sosteniéndonos a nosotros mismos y actuando en lugar de observar desde fuera o quejarse. Subir el nivel de energía y sentir alegría y gratitud permiten sentir autoconfianza, la sensación de que nuestras acciones tendrán los resultados esperados. Además, hace más fácil integrar cualquier aprendizaje. Merece la pena experimentar el estado Adulto las veces que puedas, respirando en el presente, en movimiento, lejos del estado pasivo y conformista o resignado.


Soy consciente de que muchas personas no pueden ponerse de pie, o, si logran hacerlo, pueden estar muy poco tiempo en esta posición. Este post va orientado a aumentar la actividad física, sea cual sea el estado en que se encuentre cada cual. Si no puedes levantarte, puedes moverte al ritmo de la música igualmente, puedes hacer estiramientos, ejercicios de fuerza. La idea es activar la energía en el cuerpo.

Gracias como siempre por leer y por compartir.