Hace 9 meses dejé de escribir este blog. ¿Por qué? Varios motivos, el principal, la carga de trabajo.

Ahora leo mi última entrada, del 2 de julio del 2021, y veo que lo dejé “en todo lo alto” (modestamente).

No es que no se me hayan ocurrido nuevas ideas para “arengar a las masas”, sino que las he ido descartando, a veces a la vista de los titulares: ¿cómo ponerme a hablar sobre teorías psicológicas cuando hay un volcán en erupción, una nueva ola de Covid-19 o una guerra? Creo que alguna vez he explicado que este blog se propuso desde el principio (2008) ser atemporal, hablar de lo que no cambia, ser filosófico. Esto solo dejó de ser así durante el confinamiento duro.

Por otro lado, las ideas que se me iban ocurriendo estos meses daban vueltas sobre lo ya comentado en este blog. Hay ya muchísima información aquí sobre análisis transaccional, constelaciones familiares, desarrollo personal, aprendizaje… Debido a esa gran carga de trabajo, tampoco he leído demasiado, lo que influye en la tendencia a la repetición en las batallitas que cuento en este blog.

Mientras volvía sobre mis viejas ideas, que no transcribía, trabajaba con intensidad y disfrutando mucho creando contenidos. Al final, como dice un ex compañero guionista, Javier Ródenas, “yo soy un mercenario”. Pues yo soy una mercenaria, escribo lo que el cliente necesita, buscando caminos a la creatividad entre los huecos de sus instrucciones, siempre con la mente en el “cliente final”, que en mi caso es un alumn@.

Imagen de https://www.cinemascomics.com/rambo-5-imagen-sylvester-stallone/ (lo que me imagino con la palabra “mercenario”)

¿Y qué hay de nuevo, vieja?

En esos tiempos de mucho trabajo he leído poco, pero sí he visto series. A veces estás viendo un capítulo prestando una atención difusa, medio adormecida, con el sano objetivo de pasar el rato. Y entonces escuchas algo como:

La incomodidad de la incertidumbre es la parte más rica de la experiencia.

Un profesor en un capítulo de Dawson’s Creek

Y te quedas ahí, pensando que ese personaje te ha dado una respuesta a cómo llevar lo que estás viviendo en ese momento. Yo le di a la pausa y lo apunté. Es una frase que me acompaña desde ese día, hace unas semanas. Cuando percibo caos en mi vida, traigo a mi mente esta frase.

O bien, en otra serie, escuchas:

It’s not a bug; it’s a feature. (No es un error, es una característica).

James McGill citando una frase que parece ser de Silicon Valey, en Better Call Saul

Las implicaciones de esta frase pueden ser tan amplias como las de un océano. De pronto, tus errores son solo características: puedes respirar hondo. De pronto, en cualquier aspecto de la vida, “esto es así”, no es que esté mal hecho, sino que es como es. De vez en cuando, cuando algo está lejos de ser perfecto, pero está “pasable” o “potable”, traigo a mi mente esta frase: es solo una característica más de ese algo.

Son pequeñas perlas que tampoco pretendo que sirvan para toda circunstancia y ocasión, pero de vez en cuando parece que dan un cierto alivio. ¿Te servirán a ti, lector@?

¿Qué hago ahora?

Hace poco he emprendido un nuevo camino laboral, muy motivador, y me he embarcado en algún que otro curso. Pienso que este cambio en mi vida pueda traer aires renovados a este “antiguo blog”, que es como un abuelete ya. Lo veremos con el tiempo.

En conclusión…

En resumen, no sé si estoy o no estoy de vuelta aquí. Sea como sea, muchas gracias por leer. Un blog sin lectores es una voz clamando en el desierto.