“Sí, pero…”: el rol victimista

¿Ves cómo es imposible que yo salga de aquí?

Para mantener el guion de tu vida puede que estés jugando a un juego que aparentemente te reporta lo que necesitas, pero que en realidad te hace sentir mal. Si tu forma de vivir la vida la mayoría del tiempo es la de un ser desamparado que no tiene ningún control sobre lo que sucede, probablemente estás metido en el rol victimista.

A veces los perros ponen cara de victimista

Ser victimista no es ser una víctima

El victimista cree que es víctima de los acontecimientos, de lo que le rodea, de lo que otras personas hacen. Pero solo lo cree. Tomando conciencia de ello puede empezar a ser un Adulto autónomo. ¿Por qué no lo hace? Porque hay muchos beneficios secundarios en seguir pareciendo una víctima…

Características del rol victimista

  • Se posiciona en el niño herido, viviendo la vida desde la posición infantil de no poder hacer nada por cambiar sus circunstancias.
  • Se queja de forma continua.
  • Siente pena de sí mismo/a.
  • Se siente herido, ofendido o manipulado en la mayoría de sus relaciones personales.
  • Es muy dependiente de las personas cercanas.
  • Juega al “sí, pero…” echando por tierra los intentos de ayuda que recibe.

¿Cuáles son esos beneficios secundarios que obtiene?

  • No se responsabiliza.
  • Manipula abiertamente a otros para que le consigan lo que no busca por sí mismo/a.
  • Obtiene la energía de otros (les “chupa la energía” como un vampiro).
  • Es “llevado”, como un bebé.

Se puede salir del rol victimista

A pesar de la comodidad aparente del victimista, lo cierto es que sufre mucho, sobre todo por esa sensación subjetiva de sentirse atacado o controlado por el exterior. Es la persona con este rol la que por sí misma ha de decidir salir de él, si bien es cierto que los que hacen el rol “salvador” le pueden ayudar mucho cuando dejen de ayudarle.

Pasos para salir del rol victimista:

  1. Recupera tu poder, actuando por ti mismo/a en lugar de esperar a que otros lo hagan por ti.
  2. Saca más partido a tus recursos internos: tú también eres fuerte.
  3. Deja de buscar vivir de otros o del Estado: eres capaz de mantenerte a ti mismo/a.
  4. Abandona las justificaciones del pasado, las circunstancias, los genes… Y cuéntate una historia de héroe o heroína triunfadora.
  5. Ámate a ti mismo/a en lugar de buscar constantemente el cariño y la aprobación fuera.

Como puede verse, la vida fuera de este rol puede ser mucho más significativa y enriquecedora. Mientras te abres camino hacia ella, pedimos a los demás un poco de comprensión hacia los victimistas del mundo.


Commentarios

4 respuestas a «“Sí, pero…”: el rol victimista»

  1. […] que los demás tampoco las pueden percibir. Además, el rol salvador encaja a la perfección con el rol victimista, por lo que los radares de ambos estarán en busca de su […]

  2. […] él, porque eso significa que están en contra (y equivocados), de manera que puede cebarse con el rol victimista e incluso con el rol […]

  3. […] Ya hemos hablado alguna vez de los beneficios secundarios aquí, aquí y aquí. […]